Diferencias en la música

Escrito por Diego Bernal Roque

Seguramente has escuchado varias veces que la música de antes era mucho mejor que la de ahora, y por ello quizás hemos sido testigos de una serie interminable de rencuentros, covers y del éxito interminable de artistas que surgieron en la década de los ochenta que siguen abarrotando auditorios. Pero, ¿es realmente tan mala la música que se produce actualmente? o ¿estamos más bien frente a un enfrentamiento generacional de los autodenominados chavos rucos contra los milenials y la Generación Z?

Siendo honestos, parte de la música contemporánea tiene letras repetitivas e insulsas, repletas de palabras denigrantes que muchas veces parecen estar colocadas a tirabuzón con tal de hacerlas rimar en una especie de himnos de reivindicación o de protesta contra todo y contra todos.

Sin embargo, como en todo no debemos caer en lugares comunes o generalizaciones banales; por supuesto que hay mucho que rescatar de cantantes, compositores y músicos contemporáneos, pues responden a una generación que intenta salir airosa de toda la serie de descalificativos en su contra.

No olvidemos que la música es arte y este es una expresión humana, que generalmente responde al contexto histórico y político. Si con las creaciones de los íconos musicales del siglo pasado: los Beatles, Queen, los Rolling Stones y David Bowie, solo por mencionar algunos, sumamos la aparición del Reggaeton, electro-latino y demás estilos de dudosa calidad, podría parecer que todo está perdido en lo que a lo que a buena música se refiere.

Claro no perdamos de vista que antes las disqueras ponían a disposición del artista cualquier cantidad de recursos para producir un material de calidad. Por último en contraste con lo que sucede actualmente, los músicos tienen que lanzarse a la creación de su obra de manera independiente y enfrentarse a una sobreoferta musical derivada de las plataformas digitales. Así pues, fácil no la tienen y en lo personal creo que algunos artistas de nuestra generación hacen un esfuerzo por sobresalir, plasmar en sus letras la descomposición social y sobre todo por ser escuchados y eso siempre será aplaudible.

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